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El Jazz es la única música en la que la misma nota puede ser tocada noche tras noche, pero cada vez de manera diferente.Ornette Coleman

sábado, 30 de abril de 2022

Día Internacional del Jazz 2022

 El 30 de abril se celebra en todo el mundo el Día Internacional del Jazz. Se pretende concienciar sobre la importancia del jazz como herramienta educativa y de promoción de la paz, el diálogo y la cooperación entre pueblos de todo el mundo.

Fue decretado por la UNESCO en el año 2011, con el objetivo de dar a conocer un movimiento musical de gran valor educativo, así como un recurso valioso que contribuye al intercambio cultural, al diálogo y la cooperación entre los pueblos a nivel mundial.


Décimo aniversario del Día Internacional del Jazz

En el año 2021 este día internacional arriba a su décimo aniversario. Es por ello que la Organización de las Naciones Unidas ha organizado un gran concierto mundial, que se llevará a cabo el día 30 de abril, reuniendo a grandes artistas consagrados de este género: Herbie Hancock, Marcus Miller, Andra Day, Dee Dee Bridgewater, John McLaughlin, Dianne Reeves, Joe Lovano, Angelique Kidjo, John Beasley, entre otros artistas.

Asimismo, contará con diversas actuaciones en todo el mundo, tomando en cuenta las medidas de bioseguridad y distanciamiento físico. Incluye una serie de programas educativos virtuales e iniciativas de divulgación comunitaria en más de 190 países. 





La música siempre ha representado para los seres humanos un importante medio de comunicación, que aporta grandes beneficios. En este sentido, el jazz es considerado como el lenguaje de las emociones, siendo una forma expresiva y auténtica que tiene la capacidad de humanizar y trascender en la transformación de las personas y de la Sociedad. Mencionamos a continuación algunos aspectos sobre la influencia e importancia de este género musical:

  • Es un importante medio de comunicación de las masas, estrechamente vinculado a la igualdad de género, la unidad y la paz.
  • Es una herramienta para la juventud y un gran aporte para generar cambios sociales.
  • El jazz rompe barreras, creando oportunidades para el debate, el diálogo intercultural y la tolerancia.
  • Permite crear nuevas ideas orientadas al mundo de las artes, ya que es un género que facilita la interpretación y la innovación para que surjan nuevos estilos musicales.

sábado, 16 de abril de 2022

Hablemos de Axolotl de Julio Cortazar

 Luego de una primera lectura, Axolot nos recuerda dos cuentos El viento distante de José Emilio Pacheco y Migala de Juan José Arreola, en ambos, el protagonista a través de la mirada entra en contacto con otro ser: un ajolote, una tortuga y una araña respectivamente y es a través de la mirada como se establece un juego de poder. Cortázar nos deleita con una historia que aborda a través de una narración referenciada a dos tiempos, uno relativo al pasado y otro al presente, tiempos que fácilmente pueden identificarse desde primer fragmento: “Hubo un tiempo en que yo pensaba mucho en los axolotl. Iba a verlos al acuario del Jardín des Plantes y me quedaba horas mirándolos, observando su inmovilidad, sus oscuros movimientos. Ahora soy un axolotl” 
Remitiéndonos a los párrafos, tenemos qué en el primero, arriba expuesto, maneja los dos tiempos (pasado y presente), en el segundo y tercero el tiempo pasado, en el cuarto y más largo, los dos tiempos, el pasado en el quinto, los dos tiempos en el sexto, el pasado en el séptimo al igual que en el octavo y los dos tiempos en los últimos dos párrafos, haciéndonos pensar en una posible “métrica” en el manejo de éstos. Además, destaca la manera cómo esta vinculación de los dos tiempos va contándonos una historia paralela, la del hombre que esta obsesionado por los ajolotes y la de cómo el axolotl se va dando cuenta de la forma en que se transformó en axolotl. En este sentido, el autor logra que comprendamos ambas historias a través del manejo de los verbos en pasado y en presente, usualmente insertando frases cortas entre las

lunes, 7 de marzo de 2022

HABLEMOS DE "AURA" DE CARLOS FUENTES

Felipe Montero, un joven historiador inteligente y solitario que trabaja como profesor con un sueldo muy bajo, al leer un anuncio en un periódico que solicita un profesional de sus cualidades queda sorprendido pues, todo lo que pide y detalla éste aviso, es exactamente lo que el posee, tan solo le falta decir su nombre.

Varios días después de ver el anuncio, decide presentarse en la dirección facilitada: "Una casona antigua de la ciudad de México".

Es contratado y allí conoce a la solicitante: la señora Consuelo Llorente, una anciana viuda de un coronel francés su trabajo consiste en organizar y escribir las memorias de su difunto marido y traducirlas al idioma español para que puedan ser publicadas, Allí mismo conoce a Aura, la sobrina de Consuelo, de quien Felipe siente inmediata atracción

 

La novela transcurre alrededor de Aura, dueña de unos impresionantes ojos verdes y una gran belleza, y su extraña relación con su anciana tía.

Conforme avanza la historia Felipe se da cuenta de que el lugar está sumergido en una completa penumbra tanto por la oscuridad de la casona, como por el oscuro ambiente en el que se interna la lectura que continuamente se hace más y más presente e intenso y eso lo deja desconcertado.

Felipe se enamora de Aura y quiere llevársela de allí porque piensa que no puede hacer su vida porque Consuelo que la tiene atrapada. Al adentrarse en las fotografías y escritos del coronel y la viuda, Felipe pierde el sentido de la realidad y encuentra una verdad que supera la fantasía.

Si hasta ese momento Felipe estaba un poco desconcertado, de ahí en adelante todo se torna más confuso para él.

Solo bastan seis cortos capítulos para que todo se desarrolle, aunque al principio con lentitud, Fuentes revoluciona la historia tan rápido que no te das cuenta pues ya estás atrapado, aún sin la necesidad de traducir los breves diálogos en francés, aunque si se entienden estos enriquecen un poco más la lectura.

Los tiempos y las descriptivas imágenes que la novela muestra son realmente impactantes sin necesidad de exagerar, El estilo enriquecedor de la escritura de Fuentes te lleva de la mano al fondo del realismo mágico. En general un libro que supera lo que se pudiera esperar de el, una lectura ligera sin ser insípida y a la vez detallada sin ser monótona.

 

jueves, 3 de febrero de 2022

HABLEMOS DE LUVINA DE JUAN RULFO


 

La atmósfera que se describe en Luvina está impregnada de una esencia fantasmagórica y, al mismo tiempo, de una gran tristeza. Juan Rulfo, en este cuento, describe el ambiente del pueblo de San Juan Luvina, rodeado por la miseria y la muerte. Es un lugar en el que cualquiera que se atreva a cruzar sus límites vivirá sentenciado por la pesadumbre.

 

“Por cualquier lado que se le mire, Luvina es un lugar muy triste. Usted que va para allá se dará cuenta. Yo diría que es el lugar donde anida la tristeza. Donde no se conoce la sonrisa, como si a toda la gente le hubieran entablado la cara. Y usted, si quiere, puede ver esa tristeza a la hora que quiera” (Juan Rulfo, Pedro Páramo y El llano en llamas. Luvina, editorial Planeta, página 174).

Cuento breve de Juan Rulfo: Luvina | Gran relato corto latinoamericano

 

Luvina consume todo lo que pisa sus terrenos. Se chupa la vida y seca las almas de todo ser vivo. “Allá viví. Allá dejé la vida… Fui a ese lugar con mis ilusiones cabales y volví viejo y acabado”. En Luvina habita un viento que sólo arrastra un aroma de muerte, que aterroriza a todo aquel que lo escucha. Es como si el pueblo estuviera maldito. En ese lugar la vida está negada. Sus habitantes poseen una personalidad que confunde, como si fueran espectros que están condenados a habitar dentro del infierno; pero éste es un infierno terrenal.

 

San Juan Luvina es un pueblo lúgubre donde no hay cabida para la esperanza. Ahí todas las ilusiones están muertas, como las personas que alguna vez pudieron anhelar un suspiro de consuelo, y que en vez de dirigir su camino hacia una mejor existencia se tuerce, abruptamente, alrededor de la esperada muerte, esa muerte que es tan deseada por las personas que en ella ven el único medio para la liberación del gran sufrimiento que de Luvina nace.

 

“Nadie lleva la cuenta de las horas ni a nadie le preocupa cómo van amontonándose los años. Los días comienzan y se acaban. Luego viene la noche. Solamente el día y la noche hasta el día de la muerte, que para ellos es una esperanza” (página 177).

 

La soledad de Luvina es dolorosa. Su paisaje, grisáceo. Pero el viento que emana del fondo de la barranca es el más temible. Es como si tuviera voluntad propia. El viento de Luvina es como el alma maligna del cerro que somete y aterroriza a sus habitantes. Este soplo gris que penetra hasta los huesos, que fulmina el espíritu de quien lo inhala, que apaga el color de la vida y lo maquilla dejando un tono de aflicción, es el ser que vive dentro de Luvina.

 

“Dicen los de allí que cuando llena la luna, ven de bulto la figura del viento recorriendo las calles de Luvina, llevando a rastras una cobija negra; pero yo siempre lo que llegué a ver, cuando había luna en Luvina, fue la imagen del desconsuelo… Siempre” (página 174).

 

Este cuento no sólo hace referencia a un mundo que se encuentra encapsulado en una dimensión que es temida por muchos, es la fatal realidad que viven día con día los hombres del campo, una realidad devastadora, como ese viento aterrador que ronda el pueblo de Luvina, y es el hambre y la miseria que viven los campesinos de nuestro país desde hace mucho tiempo y que al enfrentarnos a esa verdad por medio de la lectura nos parece escalofriante. Ese mismo sufrimiento lo transmite Juan Rulfo por medio de este maravilloso relato, y es que el hambre duele y la pobreza se convierte en un animal que devora todo lo que a su paso se encuentra y que desconoce sexos y edades.

 

Lo que en Luvina se exalta es la miseria de la existencia y el mejor remedio que existe para ese mal se encuentra en la no existencia, en la muerte; esa muerte que promete parar el sufrimiento de todos esos hombres y mujeres que deambulan por las calles del pueblo como ánimas en pena, que ni siquiera tienen rostro.

 

En Luvina ni la fe ampara a sus más fieles creyentes, no hay esperanza de nada. “Al atardecer, cuando el sol alumbraba sólo las puntas de los cerros, fuimos a buscarla. Anduvimos por los callejones de Luvina, hasta que la encontramos metida en la iglesia. Allí no había a quién rezarle. Era un jacalón vacío, sin puertas, nada más con unos socavones abiertos y un techo resquebrajado por donde se colaba el aire como por un cedazo” (página 175).

 

El pueblo de San Juan Luvina hace recordar esas regiones de México que viven subyugadas y relegadas por la extrema pobreza y que a pesar de ubicarse dentro del mismo territorio parece que habitan otro mundo. Zonas en las que sólo se pueden encontrar ancianos casi moribundos y mujeres solitarias acompañadas por sus pequeños hijos que desde muy temprana edad tienen que enfrentarse a las rudas labores del campo, para poder llevar el alimento necesario a sus bocas. Estas personas son las mismas que se enfrentan a esa atmósfera de miseria en la que la tierra ya no da más para sembrar porque se ha vuelto estéril.

 

Todo esto es Luvina, un poblado donde la vida ya no puede dar fruto alguno y la esperanza está muerta. Luvina no sólo es un cuento que parece relatar la historia de un pueblo fantasma, es la ficción literaria que nace de la brutal realidad. Es el retrato de una vida miserable.